Socios DsignCloud: Jaime, Jorge, Alberto y Elia
Elia Legaz y Jorge Valls son arquitectos por la UPM y cofundadores de DsignCloud, una empresa que desde 2017 trabaja en el punto de encuentro entre arquitectura y tecnología. Su trayectoria se centra en la digitalización 3D, la visualización arquitectónica y el desarrollo de experiencias inmersivas que aplican metodologías BIM, escaneado láser, fotogrametría e Inteligencia Artificial.
Bajo su dirección, DsignCloud se ha consolidado como una empresa pionera en la creación de gemelos digitales y modelos HBIM para el patrimonio cultural, colaborando tanto con instituciones públicas como con grandes empresas privadas, siempre con la filosofía de que la innovación tecnológica debe estar al servicio de la conservación y puesta en valor del patrimonio.
La trayectoria de la empresa ha sido reconocida con diversos premios y distinciones, entre ellos el Premio INJUVE a Jóvenes Emprendedores, el Premio Emprendedoras del Ayuntamiento de Madrid, el Premio ActúaUPM, el Premio Lehnica de Correos, así como la certificación de PYME Innovadora por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Además, DsignCloud ha sido seleccionada en distintos programas de I+D+i nacionales y autonómicos, lo que refuerza su papel como referente en innovación aplicada al patrimonio.
Pedro Ortega: Para comenzar esta entrevista, vamos a empezar por el concepto fundamental sobre el que me gustaría que girara esta entrevista, el HBIM: ¿cómo definiríais la tecnología BIM en pocas palabras y qué especificidad añade el HBIM para patrimonio cultural?
Dsign Cloud: El BIM puede entenderse como una metodología que centraliza en un modelo digital toda la información relevante de un edificio o infraestructura, desde su geometría hasta sus datos constructivos y documentales, facilitando así su gestión durante todo el ciclo de vida.
Cuando hablamos de HBIM, esa metodología se adapta al patrimonio cultural, incorporando una dimensión adicional: no solo buscamos representar fielmente la geometría, sino también reflejar la historia constructiva, los materiales originales, las transformaciones que ha sufrido y el estado actual de conservación. El modelo se convierte en un repositorio vivo que integra información técnica, documental e histórica, lo que aporta un valor fundamental para la conservación preventiva, la investigación interdisciplinar y también para la difusión y puesta en valor del patrimonio.
PO: En vuestros gemelos digitales partís de escáner láser o de fotogrametría, ¿qué criterios de precisión empleáis para pasar de nube de puntos a modelo HBIM interoperable? ¿Cómo es ese proceso?
DC: En función de la naturaleza del proyecto trabajamos con escáner láser terrestre de un tipo u otro, con fotogrametría o con una combinación de ambas técnicas. La elección depende del nivel de precisión requerido: en patrimonio solemos movernos en rangos de tolerancia de entre 2 y 5 mm, lo que garantiza que la nube de puntos sea lo bastante densa y fiable como para convertirse en la base de un modelo HBIM interoperable.
El proceso comienza con la captura desde diferentes posiciones y el registro de todas las nubes de puntos en un único sistema. Para ello empleamos puntos de control colocados en el propio bien y, cuando es necesario, referencias globales que permiten situar el modelo en coordenadas geográficas. De este modo conseguimos que toda la geometría encaje con precisión y sea coherente.
A continuación, la nube se limpia y optimiza para eliminar ruido y reducir peso, manteniendo la precisión necesaria. Con esa base comenzamos la fase de modelado HBIM, donde cada elemento no se representa únicamente por su forma geométrica, sino que se parametriza con información asociada: materiales, estado de conservación, fases históricas o documentación de referencia. En aquellos casos en los que la geometría adquiere un papel fundamental, por ejemplo, en elementos singulares o de gran complejidad formal, complementamos el modelado paramétrico con modelos de masas o derivados de fotogrametría. Estos recursos permiten reflejar fielmente la forma original sin perder precisión, aunque procuramos que su uso sea puntual y controlado, para no comprometer la interoperabilidad del modelo en formatos estándar.
Finalmente, aseguramos la interoperabilidad exportando a formatos estándar como IFC, lo que permite que el modelo pueda ser consultado y enriquecido por distintos equipos y disciplinas.
PO: Tenéis un proyecto en Cuelgamuros: ¿qué objetivos concretos persigue el gemelo digital de este lugar? ¿Qué retos geométricos y materiales os habéis encontrado y cómo los habéis documentado en el modelo?
DC: El gemelo digital de Cuelgamuros tenía como principal objetivo informar y dar a conocer la memoria histórica del Destacamento Penal de Banús, uno de los lugares clave en la construcción del Valle de Cuelgamuros. Queríamos que el modelo sirviera como herramienta de investigación para académicos y estudiantes, pero también como un recurso divulgativo capaz de ofrecer al público general una experiencia inmersiva y didáctica sobre lo que fue este enclave, un museo digital.
Uno de los retos más relevantes fue combinar el registro preciso del estado actual —mediante escaneado láser y fotogrametría— con la reconstrucción del pasado a partir de documentación histórica fragmentaria (planos, fotografías, actas y descripciones). Esto nos obligó a enfrentarnos a geometrías incompletas, materiales en deterioro y un alto grado de incertidumbre en algunos elementos. La solución pasó por una estrecha colaboración interdisciplinar entre arqueólogos, arquitectos y especialistas en visualización, lo que permitió validar cada hipótesis con rigor científico.
El resultado final fue volcado en una aplicación web que permite realizar un paseo virtual interactivo, en el que el usuario puede alternar entre pasado y presente, consultar información contextual y explorar galerías de objetos y documentos históricos. De esta manera, el proyecto trasciende el mero modelado para convertirse en una herramienta de investigación, conservación y difusión, que conecta la memoria arqueológica con la tecnología digital de forma accesible e innovadora.
PO: Vamos a la escultura de Vallegarcía: el gemelo es más sencillo. ¿Solo habéis hecho escaneado o fotogrametría o habéis incluido también información sobre materiales y estado de conservación?
DC: En el caso de la escultura de Vallegarcía el trabajo se centró en la fotogrametría, que nos permitió generar un modelo 3D detallado a partir de un registro fotográfico sistemático. A diferencia de otros proyectos más complejos, aquí no era necesario un HBIM completo, sino un modelo fiel a la geometría y textura de la pieza.
Ese modelo digital se utilizó no solo como documento de conservación y difusión, sino también como base para producir réplicas físicas a diferentes escalas, que funcionaron como maquetas o como reproducciones expositivas. De esta manera, el proyecto trascendió lo puramente digital para convertirse en un recurso tangible, capaz de acercar la escultura original a nuevos públicos y contextos, sin comprometer la integridad de la obra original.
PO: También habéis trabajado en la Torre dos Moreno en Ribadeo el Palacio de los Duque de Estrada en Llanes: ¿de qué manera el HBIM ha servido para diagnóstico estructural y planificación de intervenciones?
DC: El palacio de los Duque de Estrada forma parte de una serie de proyectos que hemos desarrollado con el mismo cliente, especializado en la recuperación de palacios y edificios singulares en Asturias y Galicia. Se trata de un enfoque que busca rescatar inmuebles centenarios en desuso y dotarlos de nuevos usos, devolviéndoles así una nueva vida y un papel activo en la sociedad actual. Nuestro cliente, el estudio de arquitectura, está siguiendo la metodología constructiva de la época de construcción de los inmuebles.
Nuestro trabajo de digitalización mediante escaneado láser y fotogrametría tuvo como objetivo principal proporcionar a arqueólogos y arquitectos una base rigurosa para el diagnóstico estructural y la planificación de intervenciones. El gemelo digital permitió documentar con precisión la compleja geometría modernista del edificio, identificar deformaciones y patologías, y generar un modelo HBIM que integra tanto los aspectos constructivos como el estado de conservación.
Este proceso ha resultado decisivo también a nivel administrativo: gracias a que todo quedó correctamente documentado, el equipo de arquitectos y restauradores pudo obtener la licencia de Patrimonio, garantizando que la implantación de nuevos usos partiera de una base técnica sólida y respetuosa con el edificio original.
PO: Quería preguntaros por los usos de la Inteligencia Artificial en la digitalización del patrimonio cultural y en los modelos HBIM. ¿Usáis algún modelo de IA de texto a 3D?
DC: La Inteligencia Artificial está empezando a abrir caminos muy interesantes en el ámbito del patrimonio cultural, aunque todavía hablamos de un terreno en desarrollo más que de una aplicación consolidada. En nuestro caso, la utilizamos principalmente en dos frentes: la limpieza y optimización de nubes de puntos y la clasificación semántica de geometrías. Gracias a algoritmos de IA podemos agilizar procesos que antes eran manuales, como distinguir elementos arquitectónicos repetitivos, segmentar superficies o detectar patologías en la envolvente.
En cuanto a los modelos de texto a 3D, seguimos con mucha atención su evolución, pero de momento no los empleamos en proyectos patrimoniales, ya que la fidelidad geométrica que requiere este tipo de trabajos todavía no se alcanza con estas herramientas. No obstante, sí creemos que en un futuro próximo podrán ser útiles como apoyo en fases de reconstrucción hipotética, generando geometrías iniciales que después se contrasten y ajusten con la documentación arqueológica e histórica disponible.
En definitiva, entendemos la IA como un aliado para acelerar procesos repetitivos y abrir nuevas vías de interpretación y reconstrucción en el patrimonio digital.
PO: ¿Qué pensáis de la idea de estandarizar los modelos HBIM del patrimonio cultural y su puesta a disposición para la conservación y su difusión?
DC: Creemos que la estandarización es un paso fundamental para consolidar el uso del HBIM en patrimonio cultural. Hoy en día cada equipo trabaja con metodologías y niveles de detalle distintos, lo que dificulta que los modelos se compartan, se integren en plataformas públicas o se mantengan a largo plazo. Definir criterios comunes, en torno a interoperabilidad, parámetros mínimos, niveles de certeza o documentación vinculada, permitiría que los modelos fueran comparables, reutilizables y, sobre todo, sostenibles en el tiempo. En esa línea, pensamos que la definición de un Pre-PEB común, con unas bases compartidas pero lo suficientemente flexible para adaptarse durante la ejecución de los trabajos, sería un excelente punto de partida.
Al mismo tiempo, su puesta a disposición abre una oportunidad enorme para la conservación y la difusión. Contar con repositorios abiertos y normalizados facilitaría que investigadores, gestores patrimoniales y restauradores trabajaran sobre una misma base de información, evitando duplicidades y asegurando la trazabilidad de los datos. Y desde el punto de vista divulgativo, permitiría acercar estos modelos a la sociedad de forma más accesible, convirtiéndolos en herramientas de educación y participación.
PO: ¿Queréis añadir alguna cosa más?
DC: Lo que añadiríamos es que estamos viendo cómo la administración pública empieza a dar pasos decididos hacia la digitalización del patrimonio. Un ejemplo muy reciente es un proyecto en el que estamos colaborando con diferentes estudios de arquitectura para la digitalización de Paradores (Redacción de los planes directores de conservación de inmuebles históricos de la Red de Paradores), y el modelo HBIM está en el centro de esa estrategia.
Esto demuestra que el HBIM ya no es una herramienta experimental, sino una metodología que se ha convertido en imprescindible y actual para gestionar, conservar y poner en valor el patrimonio. Está ya a la orden del día, tanto para grandes instituciones como para proyectos más locales, y creemos que en los próximos años su implantación será generalizada.
En ese contexto, nuestro trabajo se orienta a seguir aportando rigor técnico, innovación y experiencia interdisciplinar, de manera que estos modelos no solo se conviertan en archivos digitales, sino en auténticos instrumentos de conservación, investigación y difusión cultural.
DESPEDIDA…
Con el boletín de hoy volvemos a la rutina de publicar entrevistas con periodicidad quincenal. Espero que la de hoy te haya parecido interesante. Así que volvemos por aquí en dos semanas.
Hasta entonces se despide tu amigo:
Pedro Ortega