Orbe medieval. Mapas y cultura en la Edad Media
Una lectura para la vuelta de las vacaciones
Bienvenidos a la nueva temporada de “Expertos en Patrimonio Digital”, donde espero traeros contenidos de calidad con una periodicidad quincenal. Para abrir boca, aquí os dejo una reseña de un libro que he leído estas vacaciones: Orbe Medieval, que pese a su marco temporal, creo que es de gran utilidad para conocer la historia de la cartografía y que recomiendo a todos aquellos amantes de los mapas y de los sistemas de información geográfica. Vamos a ver qué os parece.
Orbe medieval. Mapas y cultura en la Edad Media
Orbe medieval. Mapas y cultura en la Edad Media
Kevin R. Wittmann
Ediciones Akal
Tres Cantos, 2025
188 páginas
Una reseña de Pedro Ortega
Quizá te parezca extraño que en una web de patrimonio digital abra un hueco para reseñar un libro que versa sobre la Edad Media y máxime si se trata de una reseña con la que abro la temporada 2025/2026. Pero creo que se trata de un libro totalmente pertinente pues las lecciones que sacamos aquí nos sirven para eliminar algunas ideas tópicas y explicar algunos conceptos que tienen vigencia hoy en día.
Para empezar, el título no hace honor al libro: aunque se trata de un texto breve, el texto hace un recorrido sobre toda la historia de los mapas, desde Babilonia con su mapamundi del siglo VI. a.C., pasando por Grecia y Roma, con las descripciones de lugares remotos como la Isla de Thule, para culminar en una suerte de singular cartografía que se desarrolló en la Edad Media conocida como mapas de “T” en “O”.
No es menos cierto que los avances en la concepción topográfica del orbe planetario han ido conviviendo unos con otros a lo largo de los tiempos y el concepto de “cartografía medieval” se extiende desde antes y hasta después de esta época.
Veamos algunos de estos conceptos. El primero que quiero destacar es que ya Ptolomeo y su Geografía ya hablaban de la esfericidad de la Tierra y que este libro fue traducido en el siglo IX al árabe en Bagdad, lo que aseguró su pervivencia en la Edad Media hasta nuestros días. Y es que, pese a las ideas preconcebidas, nunca se olvidó que la Tierra fuera esférica. No a nivel del común, pero sí en el ámbito estudioso. Colón no se sacó la idea de la manga, tenía fuentes muy sólidas para saber que había un nuevo camino a las Indias.
Parece paradójico que esta idea clásica que se mantuvo en la Edad Media y que se refutó con los descubrimientos de los siglos XV y XVI se haya puesto en cuestión hoy en día por el movimiento terraplanista. A veces el exceso de información crea desinformación.
Otro evento fundamental que se comenta en el libro es la proyección de la Geografía de Ptolomeo por Gerardus Mercator en el siglo XVI en su obra Atlassive cosmographicae meditationes de fabrica mundi que curiosamente ha llevado a denominar con su nombre la proyección contemporánea occidental en los sistemas de información geográfica, que, por cierto es incorrecta, y minimiza la extensión de África. Así, hoy en día, colectivos de este continente abogan por desterrar este sistema proyectivo e implementar uno nuevo que dimensione correctamente este continente.
Y por último, quiero cerrar esta reseña con los mapas más famosos del Medievo, conocidos como mapas de “T” en “O”. Se trata de la representación de una circunferencia dividida por una línea horizontal que deja sobre sí al continente asiático y en la parte inferior una línea vertical divide el espacio en otros dos continentes que son Europa y África. Estos mapas, que no tienen ninguna precisión cartográfica, sí que nos dan una idea de la concepción del mundo que había en la Edad Media. De hecho, estos mapas tienen su dimensión tridimensional y aparecen en los orbes de los gobernantes del Sacro Imperio Romano Germánico y que simbolizan su poder sobre la esfera terrestre. También los vemos en algunas pinturas de Cristo como Salvator Mundi, en las que el Redentor en una mano sostiene el Orbe y con la otra muestra tres dedos que simbolizan la Santísima Trinidad.
Para concluir solo destacar que el libro es muy ameno y que arroja una luz importante a la historia de la cartografía desde su origen hasta la Edad Moderna. Si te gustan estos temas geográficos este libro lo vas a disfrutar.
Epílogo
Espero que esta sea una buena manera de abrir boca en la vuelta al trabajo cotidiano. Por mi parte, ya tengo contenidos preparados para más adelante, en concreto, os voy a hablar de metaversos culturales, sistemas de información geográfica aplicados a la cultura, proyectos de la UNESCO relacionados con lo digital, entrevistas a profesionales, conferencias y, si se puede, alguna que otra sorpresa más. Ya os iré contando.
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Nos leemos en unos días. Hasta entonces, os desea lo mejor vuestro amigo:
Pedro Ortega