Un artista independiente en la era de la IA
Entrevista a Michael Kamp
Conozco a Michael Kamp desde 1999. Vino con un periodista a entrevistarnos a la redacción del fanzine Maldoror y cuando vi a calidad de las fotos que nos había hecho le propusimos que colaborara con la publicación. Ahí empezamos a trabajar juntos y nos hicimos muy amigos. Pasado un poco de tiempo, descubrí la faceta musical de Michael: era un prodigio tocando instrumentos y componiendo, además de tener una sensibilidad musical muy afín a la mía.
Por mi admiración por su trabajo, le dediqué a su obra fotográfica el primer libro que, como tal, he escrito en mi vida. Se llamó La belleza de lo desapercibido, y si quieres hacerte con él en formato digital, te dejo el enlace después de la entrevista.
Y ahora ya sí, te dejo con la conversación con este artista independiente en la era de la IA.
Pedro Ortega: Cuando nos conocimos, allá en 1999, la fotografía era una de tus vías más importantes para desarrollar tu creatividad. Un triste robo algunos años después, te dejó sin aquella cámara tan especial y, casi sin quererlo, te pasaste a la fotografía digital. ¿Cuál fue tu primera cámara digital y cuáles son las principales diferencias que notaste respecto a la fotografía analógica?
Micael Kamp: Compré una Canon EOS. Antes tenía una Hasselblad que era completamente analógica. Es decir: antes de sacar una foto tenía que medir la luz, enfocar, elegir la apertura y el tiempo de exposición, etc. Este proceso y siendo consciente del precio del material, hacía que eligiera muy bien los motivos y los encuadres para la foto. Tomaba tiempo sacar una instantánea. Y aunque trabajes muy limpio, nunca podías estar seguro al 100% de que la foto saliera como la planificabas. Luego estaba todo el proceso de revelar los carretes en el laboratorio y después tenías un resultado en papel fotográfico. Y hay diferentes tipos de papel, así que tienes otro factor que influye en el resultado. Esto ha cambiado con la fotografía digital. No quiero decir que no intente planificar bien una foto. Pero tienes la tentación de hacer más fotos de las que luego vas a utilizar. Por ejemplo, a veces saco varias fotos de un motivo, para estar seguro de que salga una imagen óptima. Luego obtienes una gran cantidad de datos que supera lo realmente necesario y que no logras organizar entre tus archivos. La calidad de las cámaras digitales ha aumentado mucho, pero existe una gran diferencia aun en comparación con una cámara analógica de la época. Sobre todo si utilizabas las cámaras de media formato que captaban tantas informaciones que a penas ves con los ojos. Pero sí: al principio la fotografía digital significaba una pérdida de calidad enorme. Por ejemplo: la EOS que tenía en esa época –era una buena camera en estas fechas– tenia un chip que captaba 12 MP. Claro que siempre había cameras mas potentes, pero a precios muy altos. Hoy en día el iPhone 17 por ejemplo tiene una cámara que capta 48 MP y garantiza una resolución muy alta. Tan alta que por ejemplo el vídeo de Lady Gaga “Stupid Love” fue grabado enteramente con el iPhone que se vendía el ano 2020/2021:
Ya en 2017 una cámara de Smartphone era capaz de captar videos en una calidad de 4K. Esto, y el hecho de que puedas realizar la postproducción con el iPhone, hizo que lo utilizara para grabar el video de la canción “Flor” de Peri Sahin durante una estancia en la islas de Lipari en 2017:
Luego, el hecho de poder sacar una foto en cada momento con un aparato que llevas en un bolsillo y con una calidad más o menos satisfactoria –y hasta muy buena- hace que la fotografía esté disponible para mucha más gente. No sé si hay estadísticas sobre esto, pero supongo que el número de fotos que se sacan habrá aumento muchísimo. Ahora, que esto tenga una buena influencia sobre los resultados… no estoy seguro. Vivimos en un mundo que de repente está lleno de fotografías que inundan las redes sociales por ejemplo. Y esto hace que el significado y el valor de la fotos en sí haya cambiado mucho. Desde un proceso delicado con muchas variables hasta un proceso mecánico y accesible en todo momento. No quiero entrar en un debate del tipo “ayer todo era mejor”, no, pero sí que es muy diferente. Y si, en la época ya había posibilidades de sacar fotos sin ocuparse de los procesos (por ejemplo el autofocus o los programas que controlaban la apertura, etc.) ya suponía accesibilidad para muchas personas. Pero hoy en día son muchas mas las personas que tienen acceso y que lo utilizan. En primer lugar esto está bien, pero en una segunda derivada, implica tal vez que ya no podamos valorar la calidad de una sola foto, si nos enfrentamos a tanto material. Y hablando de los procesos de la creación de una foto: por ejemplo, muchos smartphones ofrecen una gran cantidad de filtros para manipular los fotos. En segundos. Pero se pierde el conocimiento de los procesos que hay detrás de estos filtros. Por ejemplo, para tener un cierto efecto tenías que planificar la foto desde el primer momento: que carrete utilizas, hasta en que papel imprimías el resultado.
PO: Creo que en realidad supiste sacarle un gran partido a la fotografía digital, pues te permitía hacer muchas más fotos, una rebaja considerable en el precio de tus fotografías, aunque con ello perdieras bastante resolución de aquellos años. Pero yo creo que la gran lección que sacamos es que no importa el dispositivo, sino la genialidad del fotógrafo, a quien no le importa la cámara sino que siempre sabe ver el ángulo correcto. ¿Crees que estoy en lo cierto?
MK: No sé si es genio. Pero creo que es la idea la que cuenta. Y la búsqueda de ideas y la voluntad de crear algo. Y luego es tal vez también el talento o la cultura o la sensibilidad que la persona tiene. Y esto –en mi opinión– es independiente de la herramienta. Pero hay excepciones: lo que siempre me interesaba era el error. Y la fotografía analógica es mucho más susceptible de producir errores en comparación con la fotografía digital.
PO: Dicho todo esto, las cámaras digitales y los teléfonos móviles han revolucionado la fotografía y el vídeo, pues permiten una calidad extraordinaria. ¿Qué cámara digital o qué móvil estas usando ahora para hacer fotografías?
MK: De momento utilizo el iPhone 16 Max. Y estoy muy satisfecho con la calidad. Y si me falta información en la foto, pues, puedo aumentar la calidad con Photoshop que tiene una función generativa de IA para aumentar la calidad. Esto no funciona con todas las fotos, pero con muchas sí.
PO: También has hecho algunos videoclips, tanto con cámaras analógicas como digitales. ¿Qué cambio has notado entre estas dos tecnologías para la creación de vídeo?
MK: Todo el asunto de los videos ha cambiado muchísimo desde el punto de vista técnico. Hacer tiempo utilizaba una cámara de formato super 8. El proceso de revelar los carretes era muy complicado y la calidad era muy especial. La resolución no era muy alta y según el material que se usaba había un grano muy grueso. Pero es distinto si la imagen esta producida entre este juego de lentes de la cámara y los procesos químicos del laboratorio. El resultado es más cálido y contaba historias ya por su calidad. Es una forma de abstracción. La imagen se distingue mucho de la realidad que representa. La calidad de un video digital está en un primer lugar en su gran resolución -muchos móviles tienen la capacidad de crear videos de 4k o hasta 8k- y la disponibilidad de los aparatos que puedes usar. Los procesos son mucho más rápidos y baratos. Puedes obtener un material que, en un principio, es mucho más neutral si nos fijamos en la representación de la realidad. No quiero decir que sea siempre así, pero al principio obtienes un material muy bueno de base que luego –según los procesos creativos– se puede alterar para aumentar el efecto deseado y enfocar en la expresión de la emoción deseada. Y para esto –a veces– se usan filtros, etc. que disminuyen la calidad o que simulan técnicas antiguas.
PO: Antes de saltar a la música, un comentario sobre tu último videoclip, el de la canción Cat 35. Allí has utilizado vídeo con inteligencia artificial. Creo que has partido de una foto que después has animado. Explícame por favor el proceso de creación de este vídeo y que cámara, herramientas y motor de IA has utilizado en su creación.
MK: Si, para cada escena he utilizado una única foto de base para la acción de la protagonista. La foto ha sido realizado por el fotógrafo Philip Lethen con una cámara Mamya, que es una cámara de medio formato analógica. La foto la hicimos en el año 2020, en medio de la crisis de COVID. La idea para la serie de fotos se basaba en una película del ano 1968 “Girl on a motorcycle” de Jack Cardiff con Alain Delon y Marianne Faithfull. La protagonista se casa y luego se va con su moto a lo largo de Francia para encontrarse con su amante en Heidelberg. La historia representa el conflicto de la época de la “buena mujer casada” y la libertad de la motociclista. No hay mucha historia en este guion, a parte de los diálogos internos de la protagonista. Como un dialogo consigo misma. En inglés se dice “I am alone in my head”. Muchos anos después, cuando surgió la música de Cat 35 comencé a utilizar y experimentar con las fotos del ano 2020. Me di cuenta de que estaban muy bien para realizar pequeños vídeos. Decidí que Peri Sahin –la cantante– se moviera a través de Nápoles de noche. Sola. Como la chica en la película de Cardiff. La música refleja la tensión y el conflicto interno y la letra tematiza la historia del ángel caído. Historia que se interpretaría aquí como el deseo de liberarse y vivir sus sueños, pero al mismo tiempo de “caer” a lo malo o diabólico. La estética es oscura, casi supra real, con calles demasiada limpias. Una estética que se acerca a la de la película de Sin City –entre Comic y Cine-. Las escenas están producidas con muy pocas instrucciones para la IA. He utilizado hailuo.ai. De hecho: he creado el vídeo y la música al mismo tiempo. El video avanzando influía en la música y al revés. Fue muy divertido hacerlo.
1: Retrato de Peri Sahin por Philip Lethen – foto de base para el Video
2: Foto sacado del Video
3: Peri y Philip en el día de sacar las Fotos
PO: Y vamos, ahora sí, a la música. De nuevo, en tu vida ha habido un salto, de lo analógico a lo digital. De pequeño aprendiste a tocar el violín, el piano, la guitarra… Y después has virado hacia la música electrónica. ¿En qué momento decidiste dar el salto a la electrónica? ¿Cuál fue el primer instrumento electrónico que utilizaste? ¿Qué ventajas ves de la música electrónica sobre la analógica?
MK: La verdad es que utilizo tanto técnicas analógicas como digitales. Depende del proyecto y del objetivo. Sigo tocando instrumentos (guitarra, viola, piano, bajo, etc.) que grabo con micrófonos y que luego edito en una DAW (digital audio Workstation). Utilizo a Cubase. Hay muchas otras. Y a veces utilizo ya instrumentos digitales como sintetizadores y otros. Esto me da una libertad enorme de hacer cualquier música que me apetezca. Ya cuando era un niño deseaba tener un espacio donde hubiera todo tipo de instrumentos y la posibilidad de grabarlos. Pero en aquella época se grababa de manera analógica y no había instrumentos virtuales. Era un sueño imposible o quizá una fantasía infatil de omnipotencía? ;-) Pero de hecho ahora es posible, porque el mundo digital permite todo esto. Así, a veces trabajo solamente con instrumentos acústicos reales utilizando la técnica solamente para grabar, como por ejemplo en el álbum “Suristan” de Persi Sahin que terminamos el ano 2020:
Todos los instrumentos han sido grabados uno tras otro hasta que el conjunto suena como una orquesta o una banda. En otros casos trabajo mucho mas con instrumentos digitales. Primero con sintetizadores reales y con el tiempo cada vez más con instrumentos virtuales. Hacer música electrónica significa trabajar mucho con patrones que se repiten. El resultado puede parecer muy estéril y frio. Lo que está bien si este es el efecto que quieres crear. Un efecto muy maquinal. Pero habitualmente esto resulta desagradable a nuestros oídos. Entonces necesitas elementos que se salen de la repetición para “humanizar” el sonido. Hoy en día existen efectos e instrumentos digitales para crear errores, por ejemplo. Errores o coincidencias que hacen que la música nos parezca más viva.
Otra cuestión interesante de los aspectos digitales de la música es que aumenta la capacidad de control de los aspectos físicos de la música. Si hablamos de música siempre estamos hablando de física. Hablamos de ondas sonoras, de frecuencias, de espacios, etc. La informática nos ayuda y facilita los procesos de organizar todos estos aspectos físicos para poder obtener el resultado deseado.
Aquí puedes ver fotos de mi estudio para que puedas ver como ha evolucionado con el tiempo. Entre 2007 y 2021 he utilizado siempre el mismo MacBook. No tenía la capacidad que tienen ordenadores de hoy. Entonces tenía que dividir las canciones en varios proyectos. Por ejemplo, si grababa una orquesta tenia que utilizar un proyecto para cada voz. Era mucho trabajo. El antiguo MacBook se destruyó definitivamente durante el rodaje del Video para la canción Cosplay:
1: 2017
2: 2020
3: 2025
4: MacBook destrozado
5: Peri Sahin en el estudio de grabación
PO: Quiero que nos hables de tu trayectoria musical. Has formado varios grupos a lo largo de tu trayectoria. Háblanos de ellos con especial énfasis en Leopath, tu proyecto musical actual.
MK: De momento trabajo en dos proyectos: Leopath y otro proyecto con la cantante Peri Sahin. Leopath sigue un camino electrónico. Somos tres trabajando juntos en las canciones y preparamos un nuevo álbum que suena muy Synth-Pop. Con Peri –como ya mencionaba– realicé un álbum (Suristan) que reúne música del Mediterráneo, es decir, tanto música de Armenia, turca, española, etc. Lo que une esta música es que es música tradicional, pagana y comparte una escala tonal que se encuentra en la música del Mediterráneo, la escala de flamenco o –en el este del mediterráneo se llama también– la escala kurda. Existen muchos puntos en común entre esas músicas tradicionales. Una ventaja de Peri era que canta y habla en muchas idiomas distintos: turco, armenio, español, francés, etc. Grabamos muchísimos instrumentos acústicos -tanto en casa o en un estudio- una orquestra entera con chelo, violines, viola, guitarras acústicas, contrabajo, arpa, acordeón, saz, duduk, etc. Cuando acabamos este disco en 2020 la pandemia empezaba, así que de repente tuvimos pocas posibilidades de promoverlo y sigue sin estar publicado. Después de una pausa seguimos haciendo música. Esta vez no nos pusimos ningún límite, mezclando todo tipo de música, tanto electrónico como acústica. La única idea de base era de que la música invocara imágenes, como una banda sonora. Estamos ya al punto de terminar el segundo álbum de Peri. Cat 35 “El ángel” va a ser parte de este álbum.
El hecho de tener una habitación llena de instrumentos y poder hacer cualquier tipo de música era un sueño que tuve de niño. Y este sueño se ha vuelto realidad hoy en día. Siempre me gustaba la idea de componer música, porque siempre tenia melodías o harmonías en la cabeza. De hecho después de la terminar la escuela quise componer música de manera profesional y empecé estudiar ciencias de la música por la universidad de Colonia con el enfoque de composición. Estudié esto durante dos años antes de empezar los estudios de psicología. Me había dado cuenta de que casi era imposible vivir de la composición y ganar dinero suficientemente para vivir. Al menos si deseas hacer música con toda la libertad y sin compromisos. Durante mis estudios de psicología dejé completamente hacer música salvo tocar el violín en la orquestra de la Universidad. Volví a la música 6 anos después, componiendo música para la banda Superlópez que existió entre 2002 y 2007. Cuando se separó la banda inventé el proyecto Leopath. Al principio hice todo solo: componer, grabar, etc. Luego colaboré con la Cantante Owl (Katharina Mietz) con la que grabé varias canciones. Cuando Owl dejó la banda para dedicarse mas a la fotografía, Neila Fyn se unió a la banda como vocalista. Grabamos un álbum con el título Collaps/Colabs, hablando ya en 2016 de conflictos en las sociedades del oeste que ya se intuían en esta época. Hoy en día muchos de esos conflictos se manifiestan con mucha violencia.
En 2016 empezé colaborar también con Peri Sahin, la cantante de la que hablé anteriormente.
También he colaborado en proyectos tanto en el teatro de Düsseldorf como con el ballet de la Opera de Düsseldorf. Pero estas actuaciones fueron muy puntuales.
Mi primera banda la tuve con 17 anos. Hicimos música de guitaras al estilo de Sonic Youth. Yo tocaba el violín. Ensayamos mucho y esto formó parte de mi rutina semanal en aquellos años. Tocamos muchos conciertos. Una cosa que entonces aún era posible porque había muchos clubs y bares que programaban conciertos. También había un publico que se interesaba por ello. Era la fase del Grunge y todo el mundo que sabía tocar tres notas con la guitara esperaba ser una estrella de Rock como Kurt Cobain, que era el ídolo de la época.
Lo que me interesa en la música es mas bien la armonía, las melodías, los sonidos ambientales y no tanto la virtuosidad.
PO: También has formado el sello musical Deep Songs Don’t Sell. ¿Cuándo se creó? ¿Qué mensaje se esconde detrás de su nombre? ¿Cuál ha sido la trayectoria de este sello? ¿Publicas solo álbumes de Leopath o de otros grupos?
MK: El sello Deep Song’s Don’t Sell aún existe. Lo he creado en 2007 para poder publicar la música de Leopath. Luego he publicado también la música de Janina Sachau en este sello. Y el próximo albúm de Peri Sahin se va a publicar allí. El nombre del sello implica que la música que tiene algún tipo de profundidad no se puede vender.
PO: Creo que con Cat 35 vuelves a la carga con Leopath. ¿Esta canción es el adelanto de un nuevo álbum? ¿Qué nos deparará el futuro de Leopath y Deep Songs?
MK: Es una canción que compuse con Peri Sahin. Habrá tanto un nuevo albúm con Leopath como otro con Peri Sahin.
PO: También quiero preguntarte por el streaming: has visto pasar el vinilo, la cassette, el CD y desde hace algún tiempo todo se produce directamente para plataformas como Spotify, más generalista, o Bandcamp, más independiente. ¿En qué formato y plataforma vas a publicar tus nuevos trabajos?
MK: Se publicarán en todas las plataformas digitales. Hoy en día hay la posibilidad para todo el mundo de publicar música de esta manera. De alguna manera creo que es más democrático. Pero siguen siendo los grandes sellos los que ganan porque pueden promover su música de manera más agresiva. La mayoría de la gente que escucha música hoy en día usa plataformas como Spotify. Lo triste es que pierden el contacto con el artista. La plataforma les propone canciones o listas de canciones y el consumidor ni siquiera sabe quién es el artista. Luego hay gente que usa IA para crear canciones. Por ejemplo puedes decir a la IA que quieres tener una canción que suena como la canción X y la IA te produce dos versiones completamente mezcladas y masterizadas. Y esto en menos de cinco minutos. Hay de estos tipos de “artistas” que suben estas canciones IA a las plataformas en gran número. Solo si tienes suerte de aparecer en alguna lista de Spotify por fin puedes ganar dinero. La mayoría de las canciones de este tipo que hay en Spotify no ganan dinero, siendo los artistas de verdad. Existen bandas en la web que en realidad no existen, pero tienen Instagram, álbumes, etc. Es un gran problema, porque estos clones son difíciles de detectar. Los programas de IA que producen estos clones de canciones analizan los aspectos visuales de una canción, es decir las curvas de las ondas sonoras, etc. Ya hay informáticos que han desarrollado programas, que cifran las curvas o la imagen de una canción para que la IA ya no las pueda analizar. Con este método hacer un clon de una de estas canciones cifradas genera algo completamente distinto.
PO: ¿Te gustaría añadir alguna cosa más?
MK: La IA artificial también la usan muchos de mis pacientes de psicoterapia. En vez de discutir ciertas temas con otras personas preguntan a ChatGPT. Tal vez esperando encontrar respuestas cuando no las hay…
LA BELLEZA DE LO DESAPERCIBIDO
Aquí te dejo el libro que dediqué a la obra fotográfica de Michael Kamp en 2007, a modo de catálogo expositivo que acompañó a una muestra que se exhibió en El Boalo, Zaragoza y Madrid. Fue el primer libro que escribí.
Además, se trata de una edición bilingüe español/inglés traducida por Adolfo Robles Jiménez.
Si te ha interesado la entrevista y quieres saber más, aquí va este catálogo.











